En el caso del mazapán, su propia historia se mezcla con leyendas acerca de su origen. Algunos lo identifican con procedencia árabe, siendo introducido en Europa desde el sur durante la dominación árabe. Otros localizan su origen en cambio con los griegos, italianos o franceses. Durante la era cristina se produce el mazapán bajo el nombre de Panis martius o “pan de marzo”, constituyéndose como origen de la palabra. Como lugares tradicionales de fabricación del mazapán se encuentran principalmente la provincia de Toledo y también La Rioja, con el mazapán de Soto. Existen diferentes variedades de mazapán y son, junto con el turrón, el producto dulce tradicionalmente más consumido en Navidad.
Los mazapanes deben ser consumidos dentro de una dieta variada y equilibrada.
¿Qué nos aportan los mazapanes?
Al igual que los turrones los mazapanes se elaboran de forma tradicional
utilizando ingredientes naturales
Es el principal ingrediente de turrones blandos y duros. Se trata de un fruto seco que contiene gran cantidad de calcio, hierro y fósforo.. Además contiene una cantidad apreciable de fibra, teniendo todas las ventajas conocidas de los frutos secos.
Las almendras tienen grasas vegetales con una composición similar a la del aceite de oliva, con ácidos grasos insaturados esenciales para la dieta. Teniendo en cuenta la gran cantidad de almendras que contienen muchas variedades de turrón, es destacable su adecuado perfil graso.
La conocida como “Dieta Mediterránea” incluye frutos secos en la base de la pirámide nutricional. La dieta mediterránea es una dieta variada y equilibrada. El éxito de esta dieta lo asegura la gran cantidad de alimentos que la componen. Los frutos secos se sitúan en el tercer nivel como alimentos a consumir diariamente de forma moderada.
La almendra marcona es la reina de las almendras, de sabor dulce y grano redondeado y muy blanco. Se utiliza para la confección de mazapanes y turrones. Se caracteriza por ser rica en calcio, proteínas y vitamina E. La almendra es un alimento muy recomendable en una dieta variada y equilibrada.
El uso de la almendra en la alimentación es antiquísimo gracias en gran medida a sus propiedades nutritivas dado que es un alimento que aporta vitaminas, minerales, grasas, fibra alimentaria y proteínas.
La almendra es uno de los frutos secos con mayor aporte de vitamina E. 50 g diarios de almendras crudas cubren las necesidades diarias de esa vitamina. La vitamina E, es un antioxidante que protege a las células frente a la oxidación.
Las almendras son ricas en proteínas. Por ello en las dietas vegetarianas, las almendras y los frutos secos en general tienen una gran importancia.
La almendra tiene un 52% de grasas. De ellas, dos terceras partes corresponden a ácido oleico. Esto quiere decir que tomar almendras es muy parecido a tomar aceite de oliva. Se ha demostrado que en comunidades que se consumen dosis altas de frutos secos, la incidencia de enfermedades cardiovasculares es menor. PREDIMED
Junto con la miel, aportan el dulzor característico del turrón. Además, al ser azúcares simples (monosacáridos y disacáridos) hacen que su absorción en el organismo sea más rápida.
Es fuente de proteínas, que contribuyen a que aumente y se conserve la masa muscular. También es fuente de minerales como el hierro, el zinc, el fósforo y el selenio, que ayuda al funcionamiento normal del sistema inmunitario y de vitaminas: B3, ácido fólico, vitamina A y vitamina B12, que ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga.
Aporta un sabor característico en ciertos tipos de mazapanes como en el mazapán de Soto.